Ampliar el área de funcionamiento de un mando a distancia usando tu propia cabeza como antena
De Javier Peláez | Ciencia curiosa
Un truco sorprendente para usar el mando a distancia con tu propia cabeza
Hace ya unos cuantos años, creo recordar que por el año 2008, se hizo muy popular un video en el que un chico utilizaba su cabeza a modo de “antena amplificadora” para abrir su coche con el mando a distancia desde lejos… muy, muy lejos. Quizá demasiado lejos. El video levantó muchas dudas y ya en aquel entonces, se abrió un divertido e interesante debate para decidir si el video, que se hizo muy viral, era en realidad un fake o si efectivamente era posible.
Han tenido que pasar casi siete años para que, Science Channel publique un video detallando el curioso fenómeno de manera científica y zanjando finalmente la cuestión: Sí, el video es real.
Si no lo conocéis, os diré que dura tan solo 2 minutos pero os va a dejar con la boca abierta...
La explicación de Science Channel se centra en el gran porcentaje de agua que existe en nuestro cuerpo. En concreto nuestro cerebro es agua en un 75% y, como bien explican en el video, las moléculas que lo componen se reorientan al paso de las ondas electromagnéticas del mando a distancia y terminan rebotando la señal en la misma frecuencia, consiguiendo ampliar el área de efectividad del mando.
La explicación es biológica pero también física
La distancia a la que suelen operar este tipo de mandos es de unos treinta metros, sin embargo, con el sorprendente truco de utilizar la cabeza para ampliar esa distancia, se consigue no solo duplicar, sino casi triplicar, llegando a funcionar a 80 metros del coche.
No obstante la explicación (más biológica que física) de Science Channel ha dejado insatisfechos a algunos de los físicos e ingenieros a los que he consultado, que en última instancia han querido completarla añadiendo un elemento más para entender aún mejor la razón por la que la señal del mando llega más lejos cuando la apuntas a tu propia cabeza.
A 80 metros y sigue funcionando
Cuando envías la señal del mando apuntando directamente al coche, esa señal se dispersa y se pierde en todas direcciones. Sin embargo, cuando apuntas la señal a tu cabeza, tu propio cráneo funciona como lo haría una caja de resonancia, igual que ocurre con una simple guitarra.
Hay que indicar que con este gesto no se amplifica la señal, (este término de amplificar puede confundir al lector ya que parece indicar que se genera energía adicional) en realidad lo que ocurre es que la señal se dispersa menos y se redirige como si fuese el hueco de una guitarra o de una caja de música.
Por supuesto debemos dejar muy claro que las ondas electromagnéticas emitidas por estos mandos a distancia son totalmente inofensivas. Por poner un ejemplo conocido: la radiación electromagnética que proviene del Sol y a la que llamamos luz visible es mucho más energética y potente, por lo que no hay nada que temer si os animáis a intentar este genial truco con alguno de los mandos a distancia que frecuentemente utilizáis para la televisión, para abrir las puertas del garaje o para encontrar el coche perdido en un aparcamiento.
Referencias científicas y más información:
Encontré el video de Science Channel gracias al veterano Alvy de Microsiervos y más tarde analizamos y debatimos el fenómeno con algunos de los físicos e ingenieros que componen la lista de colaboradores de Naukas. Gracias a Javier Fdez. Panadero, Pablo Rodríguez, Iñaki Úcar e Iván Rivera por sus explicaciones de este fenómeno físico-biológico.
Por cierto, uno de los físicos que me ha echado una mano con este post, Javier Fdez. Panadero me cuenta hace unos minutos: "El mando a distancia de mi garaje funciona fatal, a veces tengo que salirme del coche y ponerme al lado de la puerta para que se abra.. Ayer... abrí desde mi plaza.. usando la cabeza.. Jeje.. Funciona!"
Fuente: Yahoo Noticias