La aplicación no cuenta con marco legal en las ciudades de la región donde opera, con la única excepción de Ciudad de México
Buenos Aires
No sólo los taxistas de España o Francia han plantado cara a Uber. Los sindicatos de choferes de México, Colombia, Brasil, Perú, Uruguay, Chile y ahora Argentinahan declarado la guerra de forma más o menos violenta a la aplicación, a la que acusan de competencia desleal. El mapa regional de los conflictos con Uber es también el de la batalla que se libra, en la mayoría de los casos, en un escenario de vacíos legales.
Colombia
Los taxistas han logrado hasta el momento que Uber nos sea legal en Bogotá, Barranquilla, Medellín o Cali. Y la guerra se libra en las calles, cada día. Los choferes, unos 50.000 sólo en Bogotá, están atentos para identificar los servicios de Uber, se comunican entre sí y bloquean a los vehículos. Los pasajeros, en la mayoría de los casos, reciben insultos y son obligados a bajar de los coches.
Desde noviembre del año pasado, cuando el Gobierno expidió un decreto para reglamentar el transporte de lujo, el tiempo empezó a correr. Se fijaron seis meses, plazo que se cumple en mayo, para que quienes quieran prestar este tipo de servicio se constituyan como empresas de transporte y Uber, por el momento, no lo ha hecho. El argumento de la compañía ha sido que sólo brinda servicios de tecnología.
Chile
Días atrás cientos de taxistas protestaron en Santiago contra la llegada de Uber, pero sin demasiado éxito. La empresa asegura que es un servicio “legal y más seguro” que los taxis tradicionales, y así ha logrado sumar cada vez más clientes.
Sus planes de crecimiento son ambiciosos: multiplicar por 10 la cantidad de viajes en 2016 y sumar a Santiago las ciudades de Concepción y Valparaíso. Ha prometido además que pronto sumará los servicios de entrega de bienes y comida. Para justificar sus operaciones por fuera de un marco legal, Uber ha utilizado un argumento que suele repartir en otros países. Esto es, que las novedades suelen llegan antes que las normativas.
Uruguay
Uber da servicio en Montevideo desde el 19 de noviembre pasado, y llegó acompañado por las tradicionales protestas de taxistas. La Intendencia de la capital uruguaya se ha quejado a la empresa por iniciar la prestación de servicios sin esperar avales legales o reglamentaciones. Pero se ha colocado medio camino de la actitud hostil de los choferes de taxi que temen perder su trabajo.
Las protestas han sido, hasta ahora, puntuales. Como rodear un auto de Uber y no dejarlo circular hasta tanto llegue la policía. Los enfrentamientos generaron situaciones paradójicas, como la afluencia de clientes a la empresa estadounidense luego de una serie de huelgas de choferes de taxis.
Sobre una posible regulación, el Gobierno avanzó con un proyecto de ley que obligue a Uber y otras plataformas similares a ajustarse a la normativa tributaria y a la legislación laboral uruguaya.
Perú
Con viajes gratis durante una semana, Uber intentó reventar el mercado del transporte de pasajeros en Lima hace años. La empresa ha tenido un éxito inmediato, sobre todo por las características del caótico servicio de taxis que es marca de la capital.
La aplicación generó el rechazo de los choferes, pero lejos de la beligerancia de sus colegas de Colombia o Uruguay.
Argentina
Buenos Aires era, hasta ahora, la única gran ciudad de América Latina en no contar con los servicios de Uber. Un anuncio solicitando choferes alzó de inmediato la voz de los sindicatos de taxistas, de amplia experiencia combativa y muy organizados.
El gobierno ha dicho que, al menos por el momento, se limitará a aplicar a Uber las mismas regulaciones que rigen para el resto de los servicios de transporte de pasajeros.
Brasil
Uber funciona en las ciudades brasileñas de São Paulo, Río de Janeiro, Brasilia y Belho Horizonte. Su llegada ha sido polémica, tanto que hasta la presidenta Dilma Rousseff ha dicho que le quita el trabajo a los choferes de taxi. Un juez de São Paulo llegó al extremo de prohibir el servicio, aunque la medida fue rápidamente revocada.
En la actualidad, Uber opera sin autorización legal y bajo el acoso de los taxistas, pero se niega a perder pisada en el mercado más grande de Sudamérica.
México
La empresa desembarcó en Ciudad de México en 2013 y desde entonces ha acumulado unos 500.000 clientes y 10.000 conductores. Tras un periodo de violentos enfrentamientos con los choferes de taxis, la capital se convirtió en la primera de América Latina en regular el servicio de Uber, en 2015.
La legislación establece que la empresa debe pagar 1,5% de cada viaje a un Fondo Público para el Taxi, la Movilidad y el Peatón, además de permisos anuales para los conductores y reglas sobre las condiciones de los automóviles.
El costo de quien quiera ser chofer de Uber es de 1.599 pesos (101,29 dólares). Según las condiciones, los vehículos que Uber ofrece en su aplicación deben tener un costo mínimo de 200.000 pesos (12,668 dólares) y contar con aire acondicionado y bolsas de aire.
Fuente: El País